desencuentros

en un rapto de lucidez, decidís olvidarme

no pensar más en mí

entendés

que

es

imposible

lo

otro

te acordás tambien, en ese mismo momento de iluminación divina

que fuimos felices

esperando

sentaditos

juntos

en bancos despintados de plazas despintadas de ciudades despintadas

(que contrastaban con mi jueventud extrema)

esperando que pasara el tiempo,

esperando que el tiempo se nos develara con un par de ojos y piernas y bastón, con alas y velo, que se nos mostrara como una mujer anciana, alguien a quien con nuestro llanto pudiesemos hacer entender

pero no,

el tiempo no es más que tu reloj o el teléfono celular de alguna señorita apurada

o quizá el tiempo es una anciana, pero en todo caso mejor no esperarla

mejor resignarse

mejor olvidarse

que fuimos felices

sentaditos

juntos

esperando

tristes

a que llegara alguien más

en un rapto de lucidez, decido que tengo que decidir olvidarte

sin embargo,