2 oct 2007

Tristeza

Pensaba que íbamos a terminar de otra forma,
y sin embargo,
mi cuerpo aún no se estremeció lo suficiente.
Cuando dormías cerca mío,
imaginaba tu nombre acercándose a mí
como una corriente de aire,
incalculablemente fuerte y dorada,
y ese sentimiento me acompañaba durante todo el día,
incluso después de que te fueras a hacer cosas horribles
al mundo de afuera.
A ninguno de los dos nos gustaban las mañanas de separaciones,
si pudiese vivir un único momento de mi vida repetidamente,
como un reloj extrañamente trabado en el minuto 02,
sería el momento previo a comenzar a pensar,
obsesivamente,
cada mañana ,
que hubiese creído que terminaríamos de otra forma.
Son las 6.03 a.m.,
estamos a punto de volver a separarnos para siempre.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal