19 ago 2009

-Que tenés en el pelo un campo de trigo.

Vamos en su auto, como siempre. Él al borde del límite de velocidad, yo lenta como todo el aire del verano. Siempre dice cosas así, que tengo en el pelo un campo de trigo. Él también tiene veinte años pero se ríe como si tuviese miles de vidas, quizá por leer tantos libros.

No le contesto. Me explica todo con metáforas básicas, al alcance de mis manos.

-El silencio es una fruta de estación corta. Como un durazno de cristal o cerezas tan oscuras como tu habitación cuando, a la noche y con el calendario entre tus manos temblorosas, contás los días que faltan para la primavera.