Cuando desperté, la ciudad aparecía por la ventana como las manchas de un leopardo de cobre. Podía ver las autopistas principales como ríos de luz dorada, esparciéndose y difuminando su luz lejos de la capital. Conectando puntos lejanos, manchas de cobre como la tinta de todo lo que no pudimos escribir, llorando para afuera de la ciudad lo que no quisimos dejar atrás. Riendonos, estallando en miles de gotas eléctricas la celebración mas gloriosa de todo un año nuevo. Al lado mío, un hombre lee poemas de amor y suspira. Todos suspiramos. Otro té más. Otro café para él, y la chica de adelante pregunta cuánto falta. Falta poco, en media hora llegamos a casa. A casa. A casa.
30 ene 2011
Vínculos
Entradas anteriores
- Cuando desperté, la ciudad aparecía por la ventana...
- Nueva York,tenés los ojos llenos de lágrimas.Todos...
- Las estrellas son gigantes
- Lo que me quedó
- Intento probar también yo una magdalena, a ver si ...
- un poema del 9 de octubre de 2009
- almendras, queso, jugo de naranjay los bombones va...
- -Que tenés en el pelo un campo de trigo.Vamos en s...
- 7 de la mañana. sigo los pasos del agua hasta dond...
- dios por favor una señal
Archivos
- junio 2006
- julio 2006
- agosto 2006
- septiembre 2006
- octubre 2006
- noviembre 2006
- diciembre 2006
- enero 2007
- febrero 2007
- marzo 2007
- abril 2007
- mayo 2007
- junio 2007
- julio 2007
- agosto 2007
- octubre 2007
- noviembre 2007
- diciembre 2007
- enero 2008
- febrero 2008
- junio 2008
- julio 2008
- agosto 2008
- abril 2009
- agosto 2009
- septiembre 2009
- marzo 2010
- julio 2010
- octubre 2010
- diciembre 2010
- enero 2011
Suscribirse a
Entradas [Atom]